El
Comienzo del Reinado de la Muerte
FUE el designio de Dios que el hombre
disfrutara de la vida eterna en la tierra, pero fue necesario que él demostrara
su mérito para disfrutar de la bendición de vida en su hogar terrenal al
demostrar su obediencia a la ley divina. La penalidad por la desobediencia de
la ley de Dios fue la muerte.—Gén. 2:15-17; Rom. 6:23
Dios declaró su ley de una manera muy
sencilla y así expresó claramente cuál sería la penalidad por la desobediencia.
Pero Satanás, hablando por medio de la “serpiente”, le dijo a Eva que la muerte
no sería el resultado de desobedecer el mandamiento de Dios.—Gén. 3:1-5
A través de los años desde aquel tiempo,
esta falsedad ha sido expresada de muchos modos distintos, con el resultado de
que pocos han creído que la muerte es una realidad. La mayoría de los
religiosos en todas partes del mundo pagano y cristiano profeso insisten que
“la muerte no existe.” Así que ellos están de acuerdo con la falsedad viciosa
perpetrada por el Diablo en el Jardín de Edén.
Eva misma fue engañada por la mentira del
Diablo y tomó de la fruta prohibida. Entonces ella se la ofreció a Adán y él la
tomó. Pero Adán no fue engañado. Él sabía lo que sería el resultado de su
desobediencia.—1 Tim. 2:14
Creemos que tal vez es posible que Adán
careciera de fe en la capacidad del Creador de tratar con la transgresión de
Eva de una manera que sería a su favor; entonces él deliberadamente
desobedeció, sintiendo que la vida no valdría la pena sin su ayudante, Eva. Sin
importar su razonamiento, su pecado fue voluntario, y la sentencia divina de la
muerte vino sobre él. (Gén 3:17-19) Eva también experimentó la misma condena.
La transgresión y la condena de nuestros
primeros padres sucedieron antes del nacimiento de sus hijos. Esto significa
que el proceso de morir ya había comenzado cuando nacieron sus hijos. Así que
su prole fue imperfecta y automáticamente cayó bajo la condena de muerte.—Rom.
5:12
De este modo comenzó el reinado del pecado
y de la muerte que ha continuado por más de seis mil años. Durante este tiempo
han sufrido y han muerto millones de personas. La tristeza, las enfermedades, y
el dolor mental y físico han sido experimentados por todos, tanto jóvenes como
viejos, en cada generación. Este período largo del sufrimiento humano se
describe en la Biblia como una noche de llanto que ha sobrevenido a la raza
humana a consecuencia de la ira o la condena de Dios, que recae sobre la gente
debido al pecado. (Sal. 30:5) Sin embargo, al debido tiempo de Dios, como
veremos más tarde, habrá una liberación del sufrimiento y de la muerte.
El Apóstol Pablo dijo que “la ira de Dios
se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia.” (Rom. 1:18) Ésta
es revelada por todo lo que las enfermedades y la muerte nos recuerdan.
Verdaderamente, el hombre está aprendiendo el resultado terrible de transgredir
la ley divina.
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